Fuente: https://www.eldiestro.es/2022/11/la-tierra-en-la-silla-electrica-9-virus-que-se-desvanecen/
Autor: Galo Dabouza
Dedicado a los incomprendidos enfermos de electro hipersensibilidad EHS.
Decíamos ayer… que los tóxicos introducidos en las vacunas y el síndrome de radiación agudo se amplifican recíprocamente, en forma propia de un “arma binaria”, muy difícil de detectar, pero muy fácil de controlar. Al hilo de esta información, quedaba pendiente el problema de los virus, a los que la sanidad oficial atribuye muchos de los efectos producidos por las vacunas, el SIA y muchas otras causas.
Ahora veremos cómo se desvanecen muchos de esos peligrosísimos virus.
A petición del autor, el Ministerio de Sanidad ha reconocido carecer de pruebas científicas de la existencia del sars-cov-2. (1) Y quien piense que esa declaración carece de valor, es que no tiene repajolera idea de derecho. Si el funcionario hubiese dicho que tenían pruebas de su existencia y un tribunal las pide y no las tienen, el firmante ha cometido delito de falsedad. Poca broma.
Sin embargo, ese documento es prueba del servilismo de la justicia española al poder político. Ningún juez ha puesto en duda la verdad mediático-política (que no científica) de la pandemia. Ni siquiera el Tribunal Constitucional, al declarar inconstitucionales los estados de alarma, puso en duda la existencia del virus asesino. Lo admitió como axioma indiscutible sin pedir pruebas de ello. Cabe preguntarse qué habría ocurrido si las hubiera pedido, como era su obligación.
Llegados aquí surge la pregunta típica -si no hay virus ¿de qué ha muerto tanta gente?-. Pero nosotros ya conocemos las causas de las muertes, y entre ellas no hay ningún virus.
Pero no es la primera vez que un virus peligrosísimo desaparece en presencia de luz y taquígrafos. Un tribunal alemán determinó la inexistencia científica, y por lo tanto legal, del virus del SIDA. Es el conocido como juicio de Gotinga, en el que el virólogo Stefan Lanka defendió a un médico, acusado de homicidio por contagiar el virus del sida a muchos receptores de sangre. El tribunal hubo de absolver al médico, al no aportar las autoridades sanitarias prueba alguna de la existencia del virus homicida (2).
Más detalles sobre la No existencia del virus del SIDA, los aporta el fallecido Alfredo Embid, que investigó el tema muchos años. (3). Otro caso de inexistencia legal de un virus lo protagonizó judicialmente el mismo Stefan Lanka con el virus del sarampión, del que nadie pudo probar su existencia. (4) Este virólogo, después de muchos años investigando, ha llegado a la conclusión de que los virus patógenos, como nos los pinta la medicina oficial, no existen. (5)
Abundando esta tesis, tenemos también la confesión del Ministerio de Sanidad de que el virus de la viruela del mono tampoco existe (6). Téngalo en cuenta el lector, por si en el futuro nos la quieren armar con él.
A este paso no van a quedar más virus que los informáticos.
En suma, parece que nada es como nos lo habían contado.
Muchas mentiras se van desmoronando poco a poco y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
Pero nuestras amadas radiaciones electromagnéticas producen muchos e indeseables efectos que aún no hemos visto, tanto en los seres humanos como en el resto de ser vivos. Pero eso es otra historia y será contada en otro momento.
3 https://archive.org/details/alfredo-embid-el-montaje-del-sida-mentiras-y-verdades
4 https://www.dsalud.com/reportaje/la-existencia-del-virus-del-sarampion-nunca-se-ha-demostrado/
5 https://www.sanasport.es/wp-content/uploads/VIRUS-UN-ERROR-DE-INTERPRETACION.-STEFAN-LANKA.pdf
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