Fuente: https://www.eldiestro.es/2022/11/la-tierra-en-la-silla-electrica-8-arma-binaria/
Autor: Galo Dabouza
Dedicado a los incomprendidos enfermos de electro hipersensibilidad EHS.
Decíamos ayer… que los tóxicos introducidos en las vacunas, aparte su propia toxicidad, amplifican el síndrome de irradiación aguda (SIA) producido por las radiaciones electromagnéticas.
Cada elemento individual (radiación y tóxicos), es mortífero, pero en casos limitados. Su combinación es mucho más letal, al tiempo que controlable e indetectable. Está hábilmente diseñada para desconcertar al investigador.
Las vacunas, por si solas, son patógenas y mortíferas en cierta medida, como demostraron Gatti y Montanari en Italia. Pero de un modo no exactamente conocido, los metales pesados presentes en ellas, junto con el grafeno -especialmente éste último- amplifica exponencialmente los daños del SIA.
El Coronel D. Carlos Martínez Vara del Rey Novales, conocedor del problema, fue fulminantemente destituido por la Ministra de Defensa, por pedirle que cumpliese la ley y analizase la probable existencia de grafeno en las vacunas (1). ¿Qué trabajo le costaba a la ministra ordenar su análisis -que es legalmente obligatorio- y demostrar que era mentira?. El coronel fue destituido, pero la verdad se ha impuesto.
El grafeno es radiomodulable. Permite introducir en el cuerpo moléculas simples, y que estas se agreguen entre sí, formando componentes electrónicos, que luego permiten conectar el cuerpo a equipos externos. Es decir, no hace falta inocular un microchip. Se introducen “los ladrillos”, y estos lo componen una vez dentro.
Así han conseguido que los vacunados emitan señal MAC de bluetooth (2), que permite recibir y emitir información al sujeto. La interfaz hombre-máquina que ansía el globalismo genocida.
La correlación entre vacunas y morbilidad Covid va mucho más allá de lo que apunta el informe Barbastro, que lo considera un simple coadyuvante. Igual que la correlación entre las radiaciones, que el informe Rubik-Brown considera también meramente agravantes de la mortalidad Covid, admitiendo la existencia del virus, pero sin aportar pruebas -por inexistentes-.
El ya mencionado científico Bartomeu Payeras, con una aguda perspicacia, tras encontrar la correlación geográfica entre la red 5G y la Covid, estudió la existente entre la vacunación de la gripe y la Covid, alcanzando iguales resultados: Los países con mayores coberturas vacunales para la gripe, son los que mayor incidencia de Covid sufren, en una proporción imposible estadísticamente de ser casual. (3)
También casualmente, la mortalidad ha aumentado exponencialmente en el periodo post-vacunación Covid. En el año natural que va del 1 de agosto de 2021 al 31 de julio de 2022 hubo en España 35.750 muertos de exceso sobre las previsiones. (4)
Incluso ha aumentado la mortalidad por Covid (sin saber muy bien a qué llaman Covid) precisamente después de la vacunación para “protegerse” de esa “Covid”, pasando de 8 muertos semanales en julio de 2020 (sin vacunas) a 28 muertos semanales en julio de 2021 (50 % vacunados) y a 428 muertos semanales en julio de 2022 (85% vacunados). En suma, la vacunación ha demostrado un éxito rotundo. (5, 6 y 7)
Estas vacunas Covid son tan seguras y eficaces, que muchas personas sólo han accedido a ponérselas mediante amenazas y coacciones. (8) A pesar de esto, aún queda quien cree que lo pueden proteger de algún virus. Como veremos, eso está por demostrar. No sólo la supuesta protección, sino la existencia de ese virus, y de todos los demás.
Continuará.
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