Fuente: https://www.eldiestro.es/2022/11/la-tierra-en-la-silla-electrica-12-cancer/
Autor: Galo Dabouza
Dedicado a los incomprendidos enfermos de electro hipersensibilidad EHS.
Decíamos ayer… que el “mal de las ondas de radio”, o campos electromagnéticos (CEM) altera el metabolismo del oxígeno, y con él el de las grasas y los hidratos de carbono, y es la causa principal del aumento exponencial de las patologías coronarias (por ateromas de colesterol) y de la diabetes (por disfunción del páncreas). Y como éramos pocos, parió la abuela: va la OMS y nos dice que los CEM también pueden causar cáncer. (1)
Veamos qué hay de cierto la sospecha de la OMS, pero previamente debemos saber que el cáncer es la causa de muerte de 1 de cada 4 españoles, alcanzando los 113.000 en 2019.
También conviene recordar que a la investigación y tratamiento del cáncer se destinan todos los años cantidades astronómicas en muchos países. La Asociación Española Contra el Cáncer (entidad privada) tiene un patrimonio que ronda los 120 millones € y un presupuesto anual que ronda los 95 millones €.
La sanidad española gasta anualmente más de 4.800 millones € en el tratamiento del cáncer, y la inmensa mayoría va a parar a los bolsillos de las farmafias. Más del 90% es beneficio puro, del que se puede destinar una buena parte a lubricar el mecanismo. Y como vemos, el mecanismo funciona a muy buen ritmo.
Paradójicamente, cuanto más dinero se invierte para investigar el cáncer, más personas enferman y mueren por su causa. ¿A pesar de? o ¿a causa de? ¿A quién beneficia? (el cui prodest de los latinos). En suma, el cáncer, antes que una enfermedad, es un buen negocio.
Volvamos a los CEM y su relación con el cáncer. En 2011 el Tribunal Supremo italiano condenó al cardenal Roberto Tucci, presidente de Radio Vaticano, por delito contra la salud pública, al contaminar el medio con ondas de radio mediante 58 antenas que emitían a todo el mundo. Entre 1997 y 2003 los casos de leucemia se multiplicaron por 8 entre los niños que vivían a menos de 12 km. de las antenas y por 7 entre los adultos.
Otto Warburg, científico alemán, descubrió el proceso fisiológico por el que los CEM producen cáncer. Una célula se vuelve cancerosa en ausencia o escasez de oxígeno. Y los CEM, como ya vimos, alteran el funcionamiento del oxígeno en la hemoglobina. En ausencia de oxígeno, el medio –anaeróbico- se vuelve ácido, la célula consume más glucosa y produce ácido láctico. En 1967 se demostró que cuanto más virulento es un tumor, produce más ácido láctico y consume más glucosa. Por eso a los enfermos de cáncer se les desaconseja el consumo de azúcar.
La hipoxia -escasez de oxígeno- es conditio sine qua non para la aparición del cáncer, y los CEM la producen.
Si la diabetes y el cáncer tienen una misma causa, cabría esperar que los diabéticos tuviesen una elevada incidencia de cáncer. En efecto, así es.
Esta correlación ya fue advertida en 1910 por George D. Maynard, que encontró en EEUU una triple correlación entre la diabetes, el cáncer y la electrificación.
En la Inglaterra de 1800, por cada 100.000 habitantes, morían de cáncer 2 personas. En 1839 se instala el telégrafo. En 1850 ya mueren 6 personas. En 1914, en una reserva india de EEUU sin electrificar, de 65.000 indígenas sólo 2 murieron de cáncer.
En la España “moderna” mueren 133 personas de cáncer por cada 100.000 habitantes.
En 1876 y 1915, dos estudios sobre el cáncer de los fumadores, mencionan el de lengua, labios y garganta, pero no el de pulmón. Casualmente, el cáncer de pulmón no apareció hasta 1920, con la expansión de la radio y la gripe española.
Dos investigadores suecos, Örjan Hallberg y Olle Johanson, demostraron que los cánceres de pulmón, mama, próstata, vejiga, colon y los melanomas malignos, aumentaron en la segunda mitad del siglo XX, y además en proporción a la exposición a las ondas de radio. Concretamente, respecto al melanoma, no encontraron ninguna relación con la exposición al Sol. Y sin embargo encontraron una desproporcionada relación inversa entre la distancia a las antenas de radio y televisión y los casos de melanoma. A menos distancia, más casos.
Paradójicamente, la población negra más afectada por los melanomas no es la africana (más expuesta al Sol), sino la norteamericana (más expuesta a los CEM), y para toda las razas, el aumento de los melanomas no se ha producido en las zonas más expuestas al Sol, como cabeza y brazos, sino en el tronco. ¡Qué casualidad!
Continuará.
(1) Cáncer OMS radiaciones
https://www.saludgeoambiental.org/oms-reclasifica-radiacion-electromagnetica-como-posible-cancerigeno-humanos/
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