domingo, 30 de junio de 2024

Granjero africano atacado por la BBC por “negar el cambio climático provocado por el hombre”

 Granjero africano atacado por la BBC por “negar el cambio climático provocado por el hombre”

Fuente: https://thenewamerican.com/world-news/africa/african-farmer-attacked-by-bbc-for-denial-of-man-made-climate-change/

Traducción y corrección de la traducción: Skiper

El agricultor keniano Jusper Machogu es exactamente el tipo de persona que al culto climático le gusta explotar: un pequeño agricultor de África. A los fanáticos del cambio climático les gusta proclamar que los habitantes del Tercer Mundo corren un riesgo especial frente al azote del cambio climático provocado por el hombre y que en Occidente debemos poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles para que los agricultores como Machogu puedan seguir existiendo.

Entonces, ¿Qué hacen los alarmistas del clima cuando uno de los que, según ellos, corren mayor riesgo por el cambio climático no sólo los ignora, sino que aboga activamente para que su nación pobre tenga fácil acceso a los combustibles fósiles y a las comodidades modernas que damos por sentado?. No pueden evitarlo: ellos y sus cómplices voluntarios en los principales medios de comunicación deben destruirlo.

En una publicación reciente en X, Machogu explicó sus sentimientos sobre el tema:

Los ataques contra mi campaña no tienen sentido. Quiero combustibles fósiles para África. Quiero que mi madre reciba fertilizante de combustibles fósiles para reemplazar el agotador estiércol. Quiero que mi mamá tenga agua del grifo. Quiero que mi mamá tenga un refrigerador algún día. Quiero que mi madre tenga acceso a una máquina sencilla y a otros [sic] tractores para dejar de trabajar en África. Quiero energía confiable y versátil para mi gente, para que puedan agregar valor a diversos productos e industrializarse. Quiero que mi pueblo tenga lo que tiene Occidente: ¡prosperidad! Quiero combustibles fósiles para mi pueblo. Combustibles fósiles para África.

Estos deseos son simplemente demasiado para los fanáticos climáticos agresivos. Hay que utilizar los principales medios de comunicación, en este caso la BBC, para acabar con este “extremista de extrema derecha”.

Entra en escena Marco Silva, un periodista de alto rango de la BBC que dice especializarse en “desinformación sobre el cambio climático”. El 15 de junio, la BBC publicó su diatriba sobre Machogu titulada Cómo un granjero keniano se convirtió en un defensor de la negación del cambio climático. El título sarcástico puede haber sido la parte más agradable del artículo de Silva.

La BBC, como la mayoría de los principales medios de comunicación, ha caído en la trampa de la propaganda climática, e informa acríticamente sobre ella con artículos sobre cómo mantenerse fresco en una ola de calor y los impactos "antinaturales" del gas natural, y artículos de opinión sobre el nuevo presidente mexicano, que es un científico del clima.

Ignoran cuidadosamente cualquier información contraria a la narrativa de la emergencia climática y, como muestra el reportaje de Silva sobre Machogu, entran en modo de ataque en el momento en que se sienten amenazados. “Si bien el contenido agrícola puede generarle clics, me gusta y retuits, es la negación del señor Machogu del cambio climático provocado por el hombre lo que ha ayudado a potenciar su perfil en línea”, escribió Silva.

Inmediatamente, Silva aplicó la táctica habitual de los fanáticos climáticos de afirmar que cualquiera que cuestione la creencia religiosa del cambio climático provocado por el hombre está vinculado de alguna manera con la industria de los combustibles fósiles.

“Desde que comenzó a publicar teorías desacreditadas sobre el cambio climático, ha recibido miles de dólares en donaciones, algunas de las cuales provienen de individuos de países occidentales vinculados con intereses en los combustibles fósiles”, escribió Silva sin pruebas.

Silva también afirmó que la mayor parte de la popularidad percibida de Machogu proviene de los realistas climáticos de Occidente y de otras personas “malas”, al menos según los estándares de la BBC. “Pero al rastrear las conversaciones que involucraban el nombre de usuario X de Machogu, BBC Verify descubrió que la mayoría de los usuarios que interactúan con su cuenta en realidad residen en Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá”, escribió Silva, como si hubiera algo malo en eso. “Muchos de esos usuarios también promueven teorías conspirativas en línea, no solo sobre el cambio climático, sino también sobre las vacunas, el Covid-19 o la guerra en Ucrania”, agregó.

Linnea Lueken, del Heartland Institute, hace un excelente trabajo al poner al cruel Silva en su lugar. “En resumen, los datos sugieren firmemente que es el agricultor pobre y no el periodista educado quien tiene razón sobre el cambio climático”, escribe Lueken.

En lugar de refutar las afirmaciones de Machogu con datos, Silva repite una y otra vez que África es particularmente vulnerable al cambio climático y sus supuestos efectos, “incluidas olas de calor más intensas y frecuentes, sequías prolongadas e inundaciones devastadoras”. Pero no aporta ninguna prueba de estas afirmaciones, porque no las hay.

Y ese es realmente el punto del ataque de la BBC a Machogu: él no encaja perfectamente en la narrativa de la emergencia climática y, por lo tanto, debe ser destruido.

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