Jamie Dimon CEO de JP Morgan: "Es posible que necesitemos evocar el dominio eminente" para apoderarse de la propiedad privada para construir parques eólicos y solares

 

Fuente: https://www.thegatewaypundit.com/2023/04/jp-morgans-jamie-dimon-we-may-need-to-evoke-eminent-domain-to-seize-private-property-to-build-wind-and-solar-farms/

Traducción y corrección de la traducción: Arkonte

El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, sugiere, en su carta anual a los accionistas, que los gobiernos podrían necesitar apoderarse de la propiedad privada para construir parques eólicos y solares.

La carta dice:

La ventana de acción para evitar los impactos más costosos del cambio climático global se está cerrando. Al mismo tiempo, la guerra en curso en Ucrania está perturbando las relaciones comerciales en Europa y Asia y redefiniendo la forma en que los países y las empresas planifican la seguridad energética. La necesidad de proporcionar energía de manera asequible y confiable hoy, así como de realizar las inversiones necesarias para descarbonizar el futuro, subraya los vínculos inextricables entre el crecimiento económico, la seguridad energética y el cambio climático. Tenemos que hacer más, y tenemos que hacerlo de inmediato.

Para acelerar el progreso, los gobiernos, las empresas y las organizaciones no gubernamentales deben alinearse en una serie de cambios prácticos de políticas que aborden de manera integral los problemas fundamentales que nos están frenando. Se debe realizar una inversión global masiva en tecnologías de energía limpia y debe continuar creciendo año tras año.

Al mismo tiempo, se necesitan desesperadamente reformas de permisos para permitir que la inversión se realice de manera oportuna. Es posible que incluso necesitemos evocar el dominio eminente*: simplemente no estamos obteniendo las inversiones adecuadas lo suficientemente rápido para las iniciativas de redes, energía solar, eólica y tuberías. Políticas como la Ley de Infraestructura Bipartidista, la Ley de Creación de Incentivos Útiles para Producir Semiconductores (CHIPS) y Ciencia, y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que tienen el potencial de desbloquear más de $1 billón en desarrollo de tecnología limpia, deben implementarse de manera efectiva.

El lado positivo es innegable: la inversión generalizada en todo el sector privado ayudará a la fabricación nacional, fortalecerá la investigación y el desarrollo en innovación ecológica, ayudará a crear cadenas de suministro resilientes, impulsará las economías locales y creará hasta 9 millones de empleos en la fuerza laboral de energía limpia de EE.UU. en los próximos década.

Si bien se han logrado importantes avances en los últimos años en la tecnología para ayudar a esta causa, tenemos la esperanza de que la gran máquina de innovación estadounidense (la mayoría de los avances provendrán en última instancia de las enormes capacidades y el capital de las empresas más grandes de Estados Unidos) encontrará las tecnologías adicionales que se necesitan desesperadamente. Hay una desventaja: inversión masiva, ineficiente y mala de capital. Hablo más sobre esto en la última sección sobre políticas públicas.

La polarización, la parálisis y la falta básica de análisis no pueden impedir que abordemos uno de los desafíos más complejos de nuestro tiempo. Las diversas partes interesadas deben unirse, buscando las mejores respuestas a través del compromiso en torno a nuestro interés común. Impulsar el crecimiento debe ir de la mano con la garantía de un futuro energético y el cumplimiento de los objetivos climáticos basados ​​en la ciencia para las generaciones futuras.

En enero, The Gateway Pundit informó que la fiscal general de las Islas Vírgenes de EE.UU., Denise George, quien presentó una demanda contra JP Morgan por el escándalo de tráfico sexual de Jeffrey Epstein, fue despedida.

La demanda alega que el banco se benefició del esquema de tráfico sexual de Epstein. También acusó a JP Morgan de “hacer la vista gorda” ante actividades sospechosas que ocurrieron en la cuenta de Epstein.

* Dominio eminente es un concepto jurídico, que en el Derecho contemporáneo se aplica al dominio que corresponde al Estado y se aplica en el concepto de expropiación.