Fuente:https://www.naturalnews.com/2021-09-22-vaccine-scientists-want-your-groceries-mrna-vaccines.html
Traducción y corrección de la traducción: Skiper
La agenda global para vacunar a cada hombre, mujer y niño está llegando directamente a su plato. Un equipo de científicos de la Universidad de California, Riverside, está investigando formas de convertir sus COMESTIBLES en vacunas de ARNm. Para combatir la “vacilación por las vacunas” en la población, estos científicos quieren distribuir proteínas de pico de coronavirus en todo el suministro de alimentos. Este experimento podría dar lugar a un nuevo paradigma de vacunación que otorgue a las grandes farmacéuticas un control total sobre el suministro de alimentos, ya que se aventuran a alterar genéticamente los alimentos para inundar a la población con más proteínas de coagulación sanguínea.
¿Es esta la razón por la que Bill Gates, el inversionista en OGM y vacunas, está comprando tierras agrícolas en los Estados Unidos?. ¿Se llevarán a cabo todas las vacunas actuales y cientos de futuros experimentos con vacunas a través del suministro de alimentos?.
La modificación genética del suministro de alimentos pronto podría utilizarse para vacunar a la población
El futuro de la guerra biológica y la experimentación humana probablemente se llevará a cabo a través del suministro de alimentos y se anunciará como seguro. Al alterar el citoplasma de las plantas comestibles, los científicos esperan introducir toxinas proteicas de pico extrañas en sus alimentos.
Estos científicos proxenetas de vacunas ya están experimentando con plantas de lechuga y espinacas para desarrollar una nueva especie de verduras que pueda vacunar a las personas con más frecuencia y de una manera menos invasiva. Estas nuevas verduras de diseño también se pueden cultivar en casa. Los científicos están trabajando en una forma de cuantificar la dosis correcta de proteína de pico por planta mientras demuestran que la planta puede replicar suficiente ARNm para superar el suministro de vacuna actual.
“Idealmente, una sola planta produciría suficiente ARNm para vacunar a una sola persona”, Juan Pablo Giraldo, investigador principal y profesor asociado del Departamento de Botánica y Ciencias Vegetales de la UCR. “Estamos probando este enfoque con espinacas y lechugas y tenemos metas a largo plazo de que las personas lo cultiven en sus propios jardines”, agregó. "Los agricultores también podrían eventualmente cultivar campos enteros".
Giraldo se esfuerza por demostrar que las vacunas de ARNm que contienen ADN se pueden integrar con éxito en las células vegetales. Para ello, los investigadores pretenden alterar el cloroplasto de la célula vegetal. El cloroplasto absorbe la energía del sol y la convierte en azúcar y otras moléculas que la planta necesita para crecer. Los científicos quieren interferir con este proceso natural e instruir al citoplasma para que genere proteínas puntiagudas y otras moléculas extrañas que pueden introducirse como antígenos en los seres humanos.
Giraldo y su equipo ya han demostrado que el cloroplasto es capaz de expresar genes extraños que no forman parte del diseño natural de la planta. Esta modificación genética se logró encerrando material genético extraño en una carcasa protectora y luego insertándolo en las células de la planta. El objetivo es introducir estos OGM en humanos para que su sistema inmunológico pueda ser programado para combatir antígenos y secuencias virales que los científicos han preseleccionado y diseñado.
¿Se nos avecina un nuevo paradigma de las vacunas a base de alimentos?
En UC San Diego, Nicole Steinmetz ya ha desarrollado nanotecnologías que pueden entregar material genético al cloroplasto de plantas. Steinmetz manipula nanopartículas de virus de plantas y las reutiliza para llevar genes extraños a las células de la planta.
Este no es el único experimento de vacuna comestible actualmente en curso. Los científicos de la Universidad de Ottawa han estado trabajando en una vacuna comestible para los coronavirus durante más de un año. El Hospital de Ottawa ya está probando el primer prototipo. Esta vacuna comestible expresa antígenos virales dentro de las plantas de lechuga y espinacas. Su objetivo es entregar las proteínas de pico al cuerpo humano sin alterar la síntesis de proteínas de las células humanas.
El suministro actual de vacunas debe mantenerse refrigerado a temperaturas extremadamente bajas. Si este esfuerzo de investigación puede demostrar la entrega de proteínas de punta en todo el suministro de alimentos, el suministro de vacunas actual podría descartarse en favor de un nuevo paradigma de vacunación basada en alimentos. Este experimento podría alterar para siempre el suministro de alimentos, convirtiendo alimentos saludables y curativos en campos de juego de guerra biológica que los globalistas pueden usar para explotar a la raza humana.
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